Fisioterapia ortopédica
Desde la antigüedad, el hombre se ha mantenido en constante búsqueda de métodos o técnicas que le permitieran alcanzar el bienestar físico ante una enfermedad o aquejamiento y así gozar de una vida plena.
Es así como la fisioterapia llegó a tomar un papel protagónico en el abordaje de las diferentes afecciones físicas y de alteración del movimiento humano. Bien es definida por la Confederación Mundial de Fisioterapia (WCPT):
“El conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan, previenen y adaptan a personas afectadas de disfunciones somáticas y orgánicas o a las que se desea mantener un nivel adecuado de salud”.
¿Qué es fisioterapia ortopédica?
Si bien toda especialidad dentro de la disciplina de fisioterapia consiste en rehabilitar el sistema musculoesquelético y prevenir su malfuncionamiento, la fisioterapia ortopédica se distingue por centrarse en lesiones de huesos, articulaciones, tendones, nervios y ligamentos.
Es también conocida como fisioterapia traumatológica, ya que evalúa los daños en el aparato locomotor. Incluso, esta especialidad se extiende hasta el diagnóstico y tratamiento de enfermedades congénitas o adquiridas.
No se debe confundir con la fisioterapia deportiva, pues la diferencia con la fisioterapia ortopédica es que esta previene las limitaciones del movimiento corporal como consecuencia de daño o lesiones en articulaciones y músculos, o tras una operación, fomentando así la recuperación del movimiento corporal y volviéndose este uno de sus objetivos más importantes.
¿En qué consiste?
Una vez descartada una emergencia médica, el fisioterapeuta realiza una evaluación integral para encontrar la causa y la zona donde se origina la dolencia o afección, que genera la limitación de movimiento.
Para llevar a cabo un diagnóstico fisioterapéutico, se toman en cuenta factores como fuerza, equilibrio, postura y rango de movimiento.
Las deficiencias identificadas en la evaluación fisioterapéutica son atendidas durante el tratamiento, el cual se va modificando en función de los resultados posteriores. El enfoque principal es entrenar al cuerpo para optimizar sus funciones mediante el control o disminución de dolores e inflamaciones.
La fisioterapia ortopédica se basa en evidencia científica para decidir qué tipo de abordajes serán los más idóneos para las características clínicas del paciente. Dentro de esta se emplean ejercicios, técnicas manuales y herramientas de apoyo para recuperar el movimiento corporal.
Ultrasonido terapéutico
- Relaja los músculos.
- Permite el flujo de vitaminas a la membrana.
- Aumenta la capacidad regenerativa de los tejidos
- Rehabilita nervios periféricos.
- Reduce el dolor.
Láser terapéutico
- Analgésico.
- Disminuye la inflamación.
- Agiliza la cicatrización
- Acelera la recuperación tras un traumatismo.
Electroterapia
- Estimula zonas deterioradas.
- Manejo del dolor.
- Optimiza la circulación de la sangre.
- Previene rigidez o desgaste muscular.
Masoterapia
- Reduce estrés.
- Disminuye dolor y tensión articular.
- Fortalece el sistema inmunitario.
- Aumenta la flexibilidad.
Termoterapia
- Evita espasmos.
- Elimina la fatiga.
- Alivia dolores de articulaciones.
- Disminuye la inflamación
Ejercicios articulares y estiramientos musculares
- Fortalece los músculos.
- Mantiene activas las articulaciones.
- Evita deterioro del sistema musculoesquelético.
- Aumenta la flexibilidad.
- Estimula inactividad física.
- Mejora el flujo sanguíneo.
Terapia manual
- Previene lesiones.
- Incrementa la capacidad de recuperación
- Relaja músculos contracturados.
- Detecta malfuncionamientos corporales.
- Aumenta la elasticidad de la piel.
En esta especialidad, es clave que el paciente se involucre directamente con su plan de tratamiento para que las estrategias terapéuticas sean ajustadas según sus avances y necesidades diarias, las cuales irán cambiando a lo largo del proceso de rehabilitación física.
Cabe mencionar que, ya que algunos tratamientos requieren ejercicios de movilidad y constante actividad física, cuando se diagnostica a un paciente con dificultades respiratorias, lo ideal es que las afecciones sean tratadas bajo un enfoque de fisioterapia pulmonar que adapte los objetivos de terapia física a sus necesidades.
Beneficios de la fisioterapia ortopédica
Al experimentar una lesión ortopédica, las funciones elementales del sistema musculoesquelético se interrumpen, lo que puede provocar dolor o incluso limita la capacidad de una persona para realizar tareas diarias básicas.
Además de evitar que estas lesiones se acentúen y evitar próximos daños o desgastes corporales, la fisioterapia ortopédica aporta grandes beneficios a los pacientes, tales como:
- Detecta zonas vulnerables y las previene de posibles afecciones
- Favorece el proceso de recuperación.
- Restaura la autonomía.
- Rehabilita la movilidad de articulaciones
- Amplía el rango de movimiento.
- Mitiga el dolor.
- Disminuye la inflamación.
¿Cuándo acudir con un fisioterapeuta ortopédico?
Enfrentar un dolor constante y agudo es la razón más notable para agendar una cita de fisioterapia ortopédica. Sin embargo, las personas no deberían esperarse a que sus actividades cotidianas se vean limitadas para tratar las anomalías que han detectado.
Se recomienda acudir con un fisioterapeuta ortopédico por situaciones de:
- Tratamientos preoperatorios y post-operatorios.
- Desgarre, luxación o fractura.
- Inestabilidad al caminar.
- Rango de movimiento limitado.
- Lesión de tejidos blandos, ligamentos, músculos o cartílagos.
- Desgaste articular.
- Tendinitis
- Afecciones de espalda.
Es así como la fisioterapia ortopédica se vuelve una disciplina sumamente importante que promete un abordaje apropiado de acuerdo a las necesidades de la lesión o enfermedad que aqueja al paciente, permitiéndoles retomar sus actividades y diferentes roles ante la sociedad en el menor tiempo posible, sin el uso de fármacos.
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Autores:
Oscar Omar Hernández G, Maestro en Ética Biomédica
Especialista en Kinesiología Deportiva y Seguridad y salud en el trabajo
